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¿Por qué debemos medir la calidad del aire comprimido en nuestro proceso de producción?

Foto del escritor: Héctor ChávezHéctor Chávez

El aire comprimido puede ser una fuente de contaminación de nuestro producto si no monitoreamos su calidad regularmente y desafortunadamente esto ocurre con mucha frecuencia cualquier entorno de producción industrial.


Los compresores de aire no hacen más que absorber el aire del ambiente y aumentar su presión por medio de la reducción del volumen en su unidad de compresión, sin embargo, el aire no es una mezcla de gases químicamente puros. El aire ambiental contiene agua en estado gaseoso, impurezas sólidas como polvo y vapores de hidrocarburos, aceites o grasas que son especialmente comunes en ambientes industriales. El compresor, al comprimir el aire también concentra todos los agentes extraños contenidos en él, además de aportar sus propias impurezas por desprendimiento de materiales por desgaste o bien por el mismo aceite que usa para lubricarse y enfriarse, en el caso de los compresores lubricados.


Impurezas en el aire: polvo, agua y aceite.



Eliminando las impurezas: la humedad

Lo primero que se debe eliminar del de aire comprimido es el exceso de humedad. El hecho de que hayamos aumentado la presión del aire cambia su punto de rocío, es decir la temperatura a la que aparece agua en estado líquido. Los secadores nos ayudan con esta labor. Los de tecnología refrigerativa disminuyen el punto de rocío a presión hasta alrededor de 3°C, es decir, que no aparecerá agua mientras que no hagamos descender la temperatura por debajo de estos 3°C. Evitar el agua en estado líquido en la línea de aire evita problemas de corrosión en la tubería y daños en válvulas y actuadores.



Tubo con corrosión interna causado por humedad.


Sin embargo, el agua sigue ahí. Que no veamos el agua no quiere decir que no exista más y para algunos procesos, esto no es permisible. La humedad restante, aunque imperceptible, puede reaccionar químicamente con nuestro producto y debe ser evitado, esto es especialmente importante en la industria farmacéutica y química. Si queremos quitar aún más humedad que con los secadores refrigerativos, tenemos que recurrir a los secadores desecantes, capaces de bajar el punto de rocío a presión hasta -70°C. A simple vista el aire producido sigue pareciendo seco y no lo distinguiremos del aire con punto de rocío mayor, pero la diferencia es medible.


Eliminando lo invisible: el polvo y el aceite

El polvo y los rastros de aceite se deben eliminar mediante filtros especializados para tales fines. El problema con esto, es que las partículas sólidas y los vapores de aceite son invisibles a menos que exista algún problema muy grave con nuestro sistema. El uso de secadores desecantes y filtros de carbón activado pueden aportar partículas sólidas adicionales a nuestro aire comprimido. La corrosión interna de la tubería por exceso de humedad acumulado a través del tiempo puede presentar desprendimientos después de nuestros filtros y ya no habrá nada que evite que estar partículas lleguen a nuestro producto. Los procesos de pintura y aplicación de resinas pueden presentar malos acabados por culpa de partículas sólidas y aceites.



Imagen ilustrativa de contaminación por aceite



Si no podemos ver los contaminantes en el aire comprimido ¿entonces cómo saber que efectivamente los estamos eliminando?

Solamente existe una manera confiable. Haciendo auditorías de calidad de aire comprimido periódicamente. Medical Designs, como su proveedor de confianza de este servicio, cuenta con equipo de última generación para la realización de estas pruebas.



Auditoría de Calidad de Aire Comprimido en proceso


Tenga la paz y la seguridad de que ningún contaminante está llegando a su proceso, a sus usuarios o está arruinando el acabado de su producto. No se confíe de lo que su proveedor de aire comprimido le dice, nada como hacer una medición precisa a tiempo. Contáctenos.


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